Localización
Calle Mayor, 33
¿Quién no ha utilizado o visto en casa de sus padres o abuelos una antigua máquina de escribir? El sonido de las teclas es pura nostalgia.
La empresa Olivetti, fundada en 1908, supo ver en el diseño un elemento clave en la construcción de su identidad corporativa. Parte de su éxito se le puede atribuir al diseñador Giovanni Pintori, que durante más de 30 años diseñó su publicidad, con un lenguaje visual único, lleno de colores vibrantes y el uso equilibrado de formas orgánicas y geometría.
Este cartel elegido es un claro ejemplo. Ha sido cedido por la Associazione Archivio Storico Olivetti, de Ivrea (Italia) que lleva a cabo actividades de recopilación, conservación y estudio del legado documental relacionado con la marca. En él, vemos la máquina de escribir mecánica Olivetti 82 Diaspron
Artista encargado de la reproducción:
Diego Vicente
Diego Vicente es un artista plástico enfocado en la pintura y el muralismo.
Nació y creció en el municipio de Alagón (Zaragoza, España), donde se inició en el mundo del graffiti. Fue en este entorno donde encontró la inspiración y la libertad para expresarse a través del color, entendiendo la calle como un lienzo sobre el que explorar las posibilidades de la expresión artística. Esta pasión le llevó a tener una formación académica en el ámbito artístico. Es ilustrador titulado de la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza y diseñador gráfico por la Escuela Superior de Diseño de Aragón.
En el año 2014 se trasladó a Madrid para formar parte del colectivo artístico Boa Mistura, con quienes tuvo la oportunidad de crecer y desarrollarse profesionalmente a lo largo y ancho del mapa.
En 2019 inició su carrera artística en solitario, buscando cruzar metas desconocidas y cumplir nuevos objetivos. Desde entonces, cuenta con su propio estudio en Madrid, donde trabaja a diario en la pintura, aunque gran parte de su obra se sigue desarrollando en el espacio público a través del mural.
Materiales/soporte/técnicas
Pintura acrílica.
Match histórico
En el ayuntamiento, en el colegio, en las viviendas particulares o la que usaría Jardiel Poncela quizá para escribir algunas de sus obras… En Quinto fueron varias las máquinas de escribir que se utilizaron y puede que aún quede alguna en algún baúl o desván. En esta imagen, de 1972, vemos utilizarla a Francisco Rotellar..